El repilo es una enfermedad del olivar causada por el hongo Spilocaea oleagina, cuyo daño principal son las defoliaciones o pérdidas de hoja y como consecuencia, mermas en la producción debido a la disminución en la actividad de la fotosíntesis (labor atribuía a las hojas)
Para su desarrollo deben coincidir temperaturas suaves y humedad, condiciones que propician su desarrollo. Cuanto más duren esas condiciones, mayor deterioro se producirá en la hoja.
Se considera propio o endémico en zonas que tienen de forma más continuada esas condiciones, riberas, vaguadas, arroyos, …
Se recomienda, debido a las condiciones ambientales que tenemos en estos días, realizar tratamientos con fungicidas autorizados, ya sean preventivos, curativos o la mezcla de ambos para que se complemente su acción.
Dada la época en que nos encontramos, sería aconsejable añadir productos foliares altos en nitrógeno y potasa, para estimular vegetativa-mente la planta y reponer con potasio las extracciones