La tercera y última generación de prays se llama Carpófaga, es la que ataca directamente al fruto recién cuajado. Los huevos son puestos en el cáliz del fruto, la larva cuando aviva se introduce inmediatamente en el cáliz del fruto. En esta penetración es cuando se provoca la caída del fruto conocida como caída de San Juan, el tamaño del fruto es algo mayor que un grano de pimienta. La caída de aceituna en esta época no hay que atribuírsela sólo al prays, el olivo en este momento regula la cantidad de fruto cuajado desprendiéndose de las que no va a poder engordar. El fruto que no ha sido desprendido por la entrada de la oruga permanece agarrado al árbol durante todo el verano, la larva completa su desarrollo en la almendra del mismo, en el interior del hueso. En estas aceitunas a finales de septiembre la oruga hace una nueva galería de salida que produce una segunda caída, caída de San Miguel, ésta caída es el daño directo más importante que provoca el prays, pero el lugar donde vive la larva hace que sea difícil llegar con los insecticidas. Por ello de la importancia de controlar esta plaga antes de que entre.